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La Asociación Mexicana de Salvavidas y USLA-Club Tortuga Organizan la Primer Academia de Salvavidas de Océano en Los Cabos!
Por Victor Zavala
Presidente Asociación de Salvavidas y Rescate del Estado de Baja California, A.C.
Presidente Interino Asociación Mexicana de Salvavidas
Representante del Club Tortuga en Baja California
En México acabamos de tener una experiencia histórica que quisiera compartir con todos ustedes.

Del 30 de Abril al 6 de Mayo se ofreció la Primer Academia de Salvavidas de Océano de la Asociación Mexicana de Salvavidas en Cabo San Lucas, Baja California Sur, México. En un principio varios miembros del Club Tortuga habían hecho planes para participar como instructores en la Academia, pero tuvieron que cancelar su viaje por diferentes razones personales. Los Dres. Francis J. Smith y Victor Zavala viajaron a Los Cabos para trabajar con el Lic. Bethoven Castrejón, Coordinador de Protección Civil en Cabo San Lucas y capacitar durante 7 días a 22 profesionales sobre técnicas básicas de rescate acuático. Los candidatos provenían de diferentes organizaciones como: la Armada de México, Cuerpo de Bomberos, algunos hoteles de la localidad y servicios privados de ambulancias. Francis es miembro de la Asociación de Salvavidas de Estados Unidos (USLA, por sus siglas en inglés) y del Club Tortuga, además de investigador de la Universidad de California en Berkeley donde estudia corrientes de retorno. Víctor es instructor del curso de Salvamento Acuático en la Facultad de Ciencias Marinas de la UABC desde 1988, Presidente de la Asociación de Salvavidas y Rescate del Estado de Baja California, Delegación Ensenada, Representante del Club Tortuga en Baja California y Presidente Interino de la Asociación Mexicana de Salvavidas.

La idea de esta academia nació por la inquietud de John Hughes, arquitecto y ex salvavidas estacional de Long Beach, California quien radica en Cabo San Lucas desde hace 15 años. John leyó un artículo en un periódico local sobre un salvavidas de Santa Cruz, Bob Dunker, que estaba entrenado a los bomberos, fue a la playa y comenzó a ayudar a Bob y a su esposa Janet. Posteriormente contactó a su viejo amigo de la preparatoria Fred Simpson y le explicó lo que estaba sucediendo en Cabo. Fred es co propietario de Viper Fins y conoce el trabajo que Bob Burnside y el Club Tortuga están realizando para ayudar a los salvavidas de México y América Latina. Dunker y John comenzaron desde cero con la mayoría de los bomberos, pero su mejoría los motivó para continuar el entrenamiento. Ellos se reunían regularmente una o dos veces por semana y John mantenía al tanto del progreso a Bob Burnside. El trabajo de John y Dunker fue invaluable, pero la barrera del lenguaje fue lo más difícil.

Bob Burnside contactó a Victor Zavala, lo puso al tanto de los progresos en Los Cabos y le pidió que se comunicara con el Comandante Carvajal de los Bomberos de Cabo San Lucas. De esta manera la barrera del idioma se perdió para gestar y concretar la idea de la academia. Victor sería el instructor principal y otros miembros del Club Tortuga lo apoyarían con su experiencia como salvavidas y en la política, ya que había que aprovechar al máximo el viaje para cubrir todos los aspectos.
El Comandante Carbajal indicó que el Lic. Bethoven Castrejón, Coordinador de Protección Civil, sería el encargado de la academia porque el tenía que viajar al estado de Washington para traer una máquina de bomberos para su departamento.
Finalmente el día llegó, Francis y Victor fueron recibidos en el aeropuerto de Los Cabos por John quien de inmediato los llevó a recorrer algunas de las playas para hacer tiempo y llegar a la estación Cabo Mil para dar un poco más de difusión a la academia. Después de la entrevista John los llevó a la casa que la familia Throop amablemente había cedido para alojarlos. Una hermosa residencia de tres recámaras en El Pedregal, la mejor zona de Cabo San Lucas. Una vez instalados, a las 4 de la tarde acudieron a la Playa de El Medano, junto con el Delegado de Cabo San Lucas para dar inicio a la academia y el examen de selección que consistiría en nadar 500, metros en menos de 15 minutos. 21 de los 22 aspirantes se presentaron y solo uno de ellos no pudo cubrir el requisito. La persona que no había podido asistir a la cita era un niño de 12 años a quien sus padres no le permitieron faltar a la escuela. Tanto a él como a quien no cumplió con el requisito se les dio la oportunidad de continuar dentro de la academia.

Francis y Victor llamaron a Bob Burnside desde casa de John y trataron de convencerlo de viajar a Cabo, pero él dijo que no creía poder hacerlo. Sin que ellos lo supieran, John llamó a Bob y después de hacer algunos planes, él dijo que podría estar listo para volar al día siguiente. Después de recoger a Bob en el aeropuerto llegaron a la playa donde se estaba desarrollando el entrenamiento. Fue una gran sorpresa verlo y su ayuda fue invaluable.

Todos los participantes en la academia hicieron su mejor esfuerzo y concentración en cada una de las pruebas físicas, práctica de habilidades y clases teóricas. La mayor parte de ellos mejoraron por mucho sus tiempos de natación al final de los 6 días de instrucción y el espíritu de compañerismo reinó entre ellos en todo momento. Un detalle que nos llamó la atención el día de la prueba de selección fue ver como uno de los muchachos ayudó a levantarse a otro que había caído y ambos cruzaron la meta juntos. De eso se trata el salvamento, labor de equipo. Otra anécdota fue la práctica de rescates en una playa con fuerte oleaje y corrientes. Para la mayoría era la primera ocasión que estaban en una playa con tales características, muy impresionante, ninguno se quedó atrás hicieron a un lado sus temores, así que se dieron cuenta que todo era cuestión de saber el momento exacto para entrar y salir. Claro está que más de uno fue revolcado por el oleaje y esto fue razón suficiente para tener pesadillas en la noche.

El martes 6 de mayo en un hotel de la localidad se entregaron los primeros certificados de salvavidas de océano y de salvavidas juvenil que expide la AMS. 21 de los 22 participantes lo recibieron por completar satisfactoriamente la Academia de Los Cabos. Los resultados de esta primer experiencia en Los Cabos no se dejaron esperar porque ya se están organizando para cuidar las playas y continuar entrenando, además de que se están haciendo planes para otra academia en Octubre en la que habrá mas participación de los sectores de la comunidad.

La idea es que en todo el país se imparta este mismo curso como una manera de crear los estándares mínimos de preparación que deben tener los salvavidas mexicanos. Posteriormente cada ciudad deberá elegir a sus candidatos para convertirse en instructores. Los candidatos viajaran a una ciudad y recibirán el curso de instructor, de manera que aquellos que logren aprobar el curso sean quienes entrenen a sus nuevos salvavidas.
Aún hace falta mucho por hacer, pero experiencias como las vividas en Los Cabos alimentan el espíritu y nos motivan a continuar trabajando hasta lograr que todas las playas de nuestro país sean más seguras para todos sus visitantes y cuenten con servicio de salvavidas profesionales, bien equipados y remunerados.



Rescate en el Oleaje en la Playa Sol Mar de los Cabos
Todo comenzó como cualquier otra mañana en el paraíso para Robert Allen y los otros en área de ventas de Sol Mar, Cabo San Lucas, B.C.S. Todo eso cambió abruptamente cuando alguien gritó, "La ola les cayó encima." Debido a que Robert había visto en el pasado a las pangas demasiado cerca de orilla y supo que había habido muchos accidentes, supo lo que sucedía sin ver directamente el accidente. Saltó de su silla y comenzó a correr hacia la playa y dejó un camino de zapatos, calcetines, pantalones y camisa en la arena antes de entrar al agua. Algunos otros vendedores lo siguieron y Robert llegó a la víctima más cercana rápidamente y la alcanzó a los otros.

Las tren de olas no tenía el patrón usual que varía de pequeño a grande. Había tres juegos de olas llegando y eran de los grandes. Robert regresó entre el oleaje por la segunda víctima que estaba apenas flotando y procedió a nadar hacia la orilla remolcándola. Pasar por cada tren de olas se estaba volviendo cada vez más difícil.

Con el último tren de olas trató un par de veces de literalmente acomodar a la víctima para que agarrara una ola y las personas en el agua poco profunda trataron de agarrarlo. Al fallar la víctima fue acarreada de regreso hacia Robert y en el siguiente intento tuvieron éxito. La ambulancia de MedCare arribó y llevó a la segunda víctima al hospital del Seguro Social y fué atendido por un hombro dislocado. La Armada Naval también llegó en uno de sus barcos pero para ese tiempo las víctimas ya estaban en la orilla.

Las víctimas deben estar agradecidas de que Robert trabajaba ese día porque ninguno de los otros vendedores tenía la experiencia que él tenía y también agradecidos de que sus padres lo obligaron a una edad temprana a aprender a nadar y posteriormente aprender de técnicas de salvamento, RCP, etc. También está en muy buena forma física.

El jefe de la sección de ventas está en proceso de adquirir equipo de salvamento para el Sol Mar y los otros hoteles probablemente seguirán el ejemplo. Unas aletas y boyas harán el rescate mucho más fácil.



   
The first day of training - 30 March, 2003

 
   
Taken 04 May 2003 This is the tower that is very near (100
feet +/-) where the training takes place.
 
   
05 May 2003 The start of another 500 meter swim.

 

 

 

 

 

   
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